Tablero Deportivo

sábado, octubre 10

Matías Erbin: "Lucas Matthysse nos realzó a todos"


Dejó el deporte que practicó desde chico, el patín carrera. Se recibió, entonces, de profesor de educación física. Y llegó al boxeo. La reseña como preparador físico de Matías Erbin (sampedrino, 28 años), alcanza con estas líneas ya que así de rápido - igual que cuando corría - pasó todo, aunque haya mucho para contar, como quedará expuesto
El patín se terminó en 2005 por una lesión en el tobillo que, a pesar de la operación, no respondía igual que antes (“Tenía que infiltrarme y no pude ser el mismo, entonces decidí comenzar a estudiar educación física”). Al terminar, sus primeros trabajos en se relacionaron con el fútbol, fútbol para ciegos, el hóckey (“Todo lo que se cruzaba lo tomaba como experiencia”). Hasta que en 2011, apareció en su camino Sebastián Luján, boxeador rosarino que fue campeón argentino e iba al gimnasio donde él trabajaba. Ahí empezó la parte de la historia que tiene al alto rendimiento como eje.

-¿Cómo fueron aquellos primeros pasos?
-Luján me vio trabajar con los alumnos que yo tenía en un gimnasio de la calle Pueyrredón, en Rosario. Le gustaron algunas cosas que hacía y así empecé. Hice algunos viajes, estuve en el Madison Square Garden de Nueva York, en mi primera gran experiencia internacional, después él logró el título argentino, su hermano ganó el latino hasta que me llegó la posibilidad de trabajar con Lucas Matthysse. Cuando Sebastián Luján pierde en Sudáfrica por el título mundial, hacemos un cambio de equipo y yo quedo como una especie de manejador de él, no mánager porque no lo soy. Viajaba los fines de semana a Junín, porque Luján concentraba allí, en el centro de entrenamiento de Mario Arano (N. de la R. promotor de boxeo, representante en Sudamérica de Golden Boy, la empresa de Oscar De la Hoya). Luis 'Cuty' Barrera, el entrenador de Matthysse, se acercaba a los entrenamientos, me vio trabajar y después de la pelea que pierde Lucas con Danny García, me convocan para trabajar con ellos. En 2014 me fui a vivir a Junín, comencé una carrera con Lucas que no fue fácil, porque, como te dije, venía de perder con Danny García, se encontraba con un preparador físico nuevo y más joven que él, no había podido concretar un precontrato para pelear con Mayweather, estaba mal anímicamente. Pero me gustan los desafíos, me sentí a la altura de las circunstancias y acepté. Trabajé desde lo físico, lo anímico con todas las herramientas que tenía o que puedo llegar a obtener. Nos tocó una gran pelea con Joe Molina, se cayó dos veces pero se levantó y terminó ganando por nocaut en el 11º round, demostrando una gran capacidad técnica, táctica y física y nos realzó mucho a todos. Después vinieron dos victorias muy importantes contra Ortiz (KO en el 2º) y contra Provodnikov, que fue una batalla total, donde se vio a un Matthysse que no solamente noquea sino que también boxea y a lo grande. Y se ganó la posibilidad de la pelea con Postol, por el título mundial.

-¿Y qué balance hacés hoy, a una semana de la pelea, y con la declaración del mismo Matthysse enseguida, cuando explicó que prefirió cuidar su integridad física, especialmente por el golpe en el ojo?
-No vale la pena en este momento hacer un balance táctico, de estrategia o físico, porque el rendimiento de Lucas hasta el 6º asalto fue acorde a la pelea, había conectado los mejores golpes y parecía que en el 7º se terminaba ya que Postol había sentido las manos. Pero ese cabezazo cerca del final del round en su ojo izquierdo tuvo una repercusión negativa, sintió algo que lo molestó, perdió el hilo de la pelea, no pudo hacer lo que la esquina le pedía, que estaba todo entrenado: mover la cabeza, las piernas, la cintura, entrar en la corta distancia y descargar los golpes. Se metía pero no descargaba los golpes. De ahí fue otra pelea, y recibió esa mano en el 10º que él mismo dijo que no fue para nocaut, pero lo tomó con el ojo abierto, con un estallido en la retina y temió por la integridad de su ojo. Es totalmente válida su integridad, porque es él quien nos lleva a todos nosotros a ese lugar. No son solamente los golpes sino también hay un ser humano detrás, y debemos tener conciencia de que no cualquiera toma semejante decisión, por un título mundial y a estadio lleno. El tiene la espalda suficiente para poder bancarse este momento, refugiarse en su familia y en su equipo que está cerca de él y poder pensar más claramente que será de su futuro. Se hicieron estudios y el ojo está bien, así que ahora deberá descansar, barajar y dar de nuevo.

-¿Tu trabajo es solamente con Lucas Matthysse, o incluye a todos los boxeadores que están con Arano? 
-Incluye a todos. Por ejemplo, el viernes 2 de octubre ganó el brasileño Patrick Teixeira (24), que vino a adquirir nuestros servicios, y ganó por KO en el 6º a un boxeador que nunca había sido noqueado. Tiene un récord de 26 peleas  ganadas, 24 por nocaut, está invicto. Nino López, que es Arribeños debutó con un nocaut en el tercero en la misma velada que Lucas, a Yamaguchi Falcao, medallista olímpico en Londres 2012, que acaba de contratar a nuestro equipo. Hay mucho trabajo por delante, con muchos boxeadores, como Emiliano Domínguez, de Teodelina, 11 peleas y 8 nocauts, invicto también que pinta bien para el mercado de EE.UU....

-La relación con el boxeo empieza con Luján, ¿a partir de ahí tuviste que especializarte en alto rendimiento? 
-El profesorado de educación física es muy bueno pero no es completo para mi especificidad que es el alto rendimiento, que fue mi sueño de siempre, por eso no dejé pasar la oportunidad que me dio Lucas. No tengo nada en contra de trabajar en las colegios, pero no era un objetivo como profe, sino el alto rendimiento, que tiene estas cosas, la victoria y la derrota. Cuando te toca ganar sos el mejor, estás allá arriba, pero cuando te toca perder el porrazo es doble porque estás en el alto nivel y todos te están mirando. Hay que estar preparado y es parte de la maduración y el crecimiento como profesional y como persona. Me interioricé, hice cursos relacionados con el deporte de combate, empecé a entrenar boxeo, subí al ring e hice guantes para saber qué se siente ahí, y ser más específico. Me relacioné con preparadores físicos de alto nivel de boxeo como Raúl Robles, que entrena a (Marcos) Maidana, a quien conocía desde el 2011 porque fue preparador físico de Margarito, Erik Morales, entrenó casi 25 campeones mundiales y tenemos diálogos constantes porque es un tipazo, y otros más con los que se puede hablar y que tienen códigos para las planificaciones, ejercicios y demás. En el ambiente hay muchos que quieren ocupar tu lugar, y no lo digo desde la soberbia, pero sí muchos esperan que pierdas una pelea para demostrar que no estás capaz. Pero yo sé lo que hacemos como equipo. En el caso de Lucas, sé que está conforme. 

-Arano es el representante de Golden Boy en Sudamérica, pero ¿puede llevar a algún boxeador por otro camino?
-Hace 11 años que está con Golden Boy. Podría ir por otro lado pero es muy fiel a ellos. El primer boxeador que llevó fue La “Hiena” Barrios, el segundo campeón mundial de Oscar De la Hoya como promotor, después de Mosley. 'Maravilla' Martínez fue llevado por Mario Arano, en sociedad con Sampsom Lewkowicz. Maidana fue llevado a Golden Boy, no es promotor ni el mánager pero sí fue acercado por él. En Junín lo que se formó fue un centro de alto rendimiento para boxeadores en sociedad con Golden Boy y se busca abrir el mapa para afuera. Hay un recambio grande que necesita paciencia, siempre hay estrellas como Mathysse, Canelo Alvarez o Linares.

-¿Los boxeadores son solamente profesionales o también hay amateurs? 
También hay boxeadores amateurs y yo los entreno. La diferencia es grande entre amateur y profesionales, aunque ahora el reglamento de no usar cabezales deja de lado la integridad física del amateur, y tiene que estar el sabor de saltar al profesionalismo y ver qué se siente sin las protecciones. No están en la selección argentina porque no han tenido una buena experiencia pero no es un tema que me concierne a mí. Mi tarea es preparar físicamente a los boxeadores que la empresa disponga. Acá, en la Argentina tienen que estar listos para todos los meses porque la empresa tiene dos fechas mensuales, una va por TV Pública y otra por Direct TV, por todo el país. Entonces, el boxeador se está moviendo todo el año y si es bueno, cada 45 días puede pelear. Queda la actitud de cada boxeador. Nosotros somos, además de mí, Cuty Barrera y Coggi con licencia de técnico, Eduardo Leguizamón que es el médico. Todos vivimos en Junín. Como Mathysse, están los ue nombraba: Nino López, Falcao, Teixeira, Ezequiel Fernández, un sanjuanino que es campeón argentino superpluma, Emiliano Domínguez, Juan Manuel Bonani campeón latino super welter, grandes boxeadores y todos de perfil muy bajo. El gimnasio tiene una pensión aunque hay un proyecto grande para ampliar. Mientras, yo tengo 28 años para seguir en esta carrera.

1 comentario:

  1. Muy buena la historia de este muchacho, que no conocía.

    ResponderEliminar

Buscar